¿Cuántas veces has juzgado y castigado tu cuerpo? ¿Qué te dices al ducharte o mirarte en el espejo?

La sociedad nos vende un canon de belleza inalcanzable para la gran mayoría de las mujeres, y terminas por pensar que tu cuerpo no es suficientemente alto, delgado, esbelto, ágil, fuerte, sano, ...

Sin embargo, tu cuerpo es perfecto para ti. Es tu vehículo para disfrutar de esta vida, para dar y recibir amor. Para mostrar tu valía.

Acepta desde hoy la perfección de tu cuerpo tal cual es, en aquellas cosas que no dependen de ti. Agradece cada día el trabajo que hace por ti y cuida de él, mimándolo con cariño y respeto.

Y trabaja para mejorar aquellas cosas que sí dependa de ti cambiar.