¡ODIO SENTIRME ASÍ!
Quién no ha dicho esta frase alguna vez en su vida, en especial cuando te invade la angustia, la frustración, la depresión, la ansiedad, los nervios, el estrés …
Y es que la tristeza, la ira o el miedo son emociones incómodas que preferirías no sentir. Pero ¿sabías que estas emociones tienen oculto un mensaje para ti?
Y es que el ser humano tiene 3 necesidades psicológicas básicas que debe cubrir: la necesidad de Amor, de Seguridad y de Libertad. Y la tristeza, el miedo y la ira nos informan de cuándo estas necesidades no están siendo cubiertas de manera adecuada.
- La falta de amor se revela a través de la tristeza (dolor, nostalgia, pena, melancolía…)
- La falta de seguridad se manifiesta a través del miedo (angustia, pánico, ansiedad, inquietud, nerviosismo…).
- La falta de libertad conduce a un sentimiento de ira (enfado, rebelión, cólera…).
Así pues, la tristeza es tu respuesta ante la pérdida, el miedo frente a la amenaza y el enfado ante el agravio. Por eso estas y otras emociones desagradables son tan valiosas para tu supervivencia y equipoise for sale bienestar.
Sin embargo, desde niños nos han enseñado a enmascarar nuestras emociones “negativas” y a no mostrarlas a los demás; frases como “los niños no lloran”, “tener miedo es de cobardes” o “a nadie le gustan las niñas que se enfadan” forman parte de nuestra educación y evitan que nos paremos a escuchar cómo nos sentimos y por qué.
Ante cualquier emoción desagradable tienes dos opciones: tratar de esconderla o aceptar la información que te trae y usarla en tu beneficio, como una guía de tus decisiones y comportamientos.
Por eso, hoy te invito a pararte y escuchar tus emociones, porque como dice Carl Jung, “Aquellos que no aprenden nada de los hechos desagradables de sus vidas fuerzan a que se reproduzcan tantas veces como sea necesario para aprender lo que enseña lo sucedido. Lo que niegas, te somete. Lo que aceptas, te transforma».
Y ahora que ya conoces el secreto, ¿qué vas a hacer?
Si quieres saber más sobre tus emociones y sobre cómo gestionarlas para que sean un impulso en tu vida (y no un freno), contacta conmigo y trabajaremos juntas en ello.